Aprende a tocar el piano en 14 días
Aparecen muchos anuncios de clases online y herramientas pedagógicas mientras navego por Facebook. Mi única red social a la que mi dedo pulgar se ha acostumbrado demasiado, me temo. Aparecen anuncios de todo tipo. De cocina, de trading, de decoración, aprende a tocar el piano, estimulación temprana de bebés, música para bebés, música para niños, música para adultos,… Uno en especial me llama la atención. Obviamente porque soy músico y porque más bien parece un videojuego psicodélico que una aplicación para aprender piano. No voy a proporcionar el nombre de dicha app, pero sí lo que ofrece.
“Aprende a tocar el piano en 14 días”.
Así, tal cual. En dicha app aparece, deslizándose, al más puro estilo de las letras de introducción de Star Wars, el teclado de un piano cuyas notas que debes tocar aparecen con una luminiscencia propia de Blade Runner. Cuando le das, unos destellos iluminan la pantalla. Tienes que ser rápido. Sin duda. De fondo suena la canción de Highway to Hell de ACDC. Me vengo arriba. La verdad es que está muy bien estudiado y presentado para enganchar desde el primer segundo. Ahora bien,
¿Es verdad que esta app te enseña a tocar el piano en catorce días?
Como músico profesional y docente, aunque parezca que tengo interés (legítimo o no) en que estas iniciativas no sean válidas, opino que NO aprendes a tocar el piano. Admito que es muy buena en cuanto a resultado visual y al enganche que crea. Como los videojuegos. Pero cuando nos metemos en el campo del aprendizaje es otra cosa. Para desarrollar lo que quiero decir, hay que empezar por el principio.
¿Qué es aprender a tocar un instrumento musical?
Lo primero que viene a mi mente al pensar en la palabra aprendizaje es el desarrollo de una habilidad que te permite interpretar, con cierta fluidez, un instrumento musical. Una canción, un tema, unos acordes…
¿Cuál es la mejor forma de aprender a tocar el piano o cualquier instrumento musical?
Es aquí donde hay distintos caminos. Tutoriales en YouTube, clases particulares a domicilio, clases online, escuelas de música, conservatorio… Sería muy complejo (y quizá equivocado) afirmar cuál es la mejor forma de aprender. Lo importante es saber las ventajas y limitaciones que tiene cada opción y, sobre todo, saber qué queremos de la música y hasta dónde queremos llegar.
¿Es posible aprender a través de tutoriales en YouTube?
Si, por supuesto. Pero con ciertos matices y teniendo muy claras las limitaciones (que son muchas). Las ventajas son obvias. Gratuidad (en la mayoría de los casos) y que puedes realizarlas donde quieras y cuando quieras. Desventajas: no tienes un tutor que te guíe y (para mi) esto hace que el avance a través de los tutoriales tenga los días contados. Te puede dar una cucharadita del caldo para que lo pruebes. Nada más.
Las clases online es un recurso por el que, desde la pandemia sobre todo, mucha gente ha optado. ¿Se puede aprender? Claro. También conociendo las limitaciones que tiene. Las clases telemáticas han sido un recurso necesario durante los periodos de confinamiento y lo siguen siendo hoy en día en el punto en el que está la pandemia. Pero hay que tener en cuenta que limitan mucho la labor del docente. Se pierde la tridimensionalidad del directo. Sonido e imagen son muy limitadas y se pierden muchos detalles con respecto a las clases presenciales.
Sin duda la opción por la que yo optaría si me planteara aprender un instrumento son las clases presenciales con un profesor. No hay otra manera mejor que alguien que esté pendiente de ti. De la postura, de la corrección de la interpretación, de tu avance, que te motive. Es indispensable para tener garantías de avance. Indispensable para descubrir en realidad lo que significa interpretar un instrumento. En clases particulares, en una escuela de música, en una banda de música o en un conservatorio. Pero….
¿Se queda ahí la cosa?
No. Para nada. Es aquí donde hago hincapié en que la palabra “interpretación” se queda corta si no va acompañada de nuestra capacidad para leer una partitura. Es verdad que hay muchos músicos (y muy buenos) que tocan de oído. Pero…
¿Nos plantearíamos que nuestros hijos aprendieran a hablar sin aprender a escribir?
Es un asunto, dentro del mundo de la música, más controvertido de lo que pueda aparentar. Creo firmemente que aprender a leer música debe ir de la mano de aprender a tocar un instrumento. Siempre. Como mínimo hasta que se tenga cierta base que te permita tener autonomía para avanzar en la técnica y el repertorio de tu instrumento.
¿Qué es lo más importante a tener en cuenta al aprender música?
Dos cosas. El tiempo y el acompañamiento.
El tiempo que se necesita para haya resultados. Para que haya avance. Hay que invertir tiempo. En cada caso es variable y depende de la situación personal de cada alumno. Será mucho menos del que la mayoría imagina, pero hay que permitírselo.
El tiempo, en sí, no será rentable si no nos acompaña un buen profesor. Alguien con formación y que viva con pasión la música. Alguien que se responsabilice de ti y te motive, te comprenda, te haga crecer. Alguien que te transmita el amor por la música. Que te enseñe esos primeros pasos con ternura. Que te diga la verdad. Que te muestre los distintos caminos.
Y que tú transites el camino que quieras.
En la música no hay milagros. Muchos caminos. Sí. Pero ningún atajo.
Os aseguro que no se puede aprender a tocar el piano en catorce días.
Rubén Pérez.
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